🥧 Es hora del postre. Pero antes de disfrutar del primer bocado, te sientes culpable. A veces puedes sentir vergüenza por la idea de comer algo "malo".
🧠 Todo empieza en la mente
¿Recuerdas el dicho, "eres lo que comes"?
Si comes una ensalada, te sientes bien. Si comes un pastel entero, puedes pensar que eres malo.
Divides los alimentos en grupos buenos o malos y luego te defines por tus elecciones, lo que podría llevar a una baja autoestima.
Cómo te sientes durante la cena puede cambiar tu tasa metabólica. Cuando te sientes culpable por la comida que estás comiendo, tu cerebro envía una señal para ralentizar el proceso de digestión. Del mismo modo, si estás feliz mientras comes, tu cuerpo procesa los alimentos a un ritmo normal.
3 formas de combatir la culpa alimentaria
1️⃣ Alivia la presión de siempre comer bien cambiando tu forma de pensar sobre la comida. En lugar de llamar a los alimentos "buenos" o "malos", piensa en ellos como "saludables" y "menos saludables".
2️⃣ Todos los alimentos son beneficiosos, ya sea que alimenten nuestro cuerpo o reconforten nuestro espíritu. Permítete uno o dos bocados de comida para la "salud mental". Esto puede prevenir que catastrofices las elecciones que haces y evitar que te excedas.
3️⃣ Una porción de pizza no debería venir acompañada de ropa de gimnasio.
Está bien ceder a tus antojos de vez en cuando.
Ir al gimnasio durante una hora después de comer alimentos poco saludables puede crear un ciclo negativo de compensación.
☝️ Truco de vida
¿No puedes decir no a los alimentos fritos o postres? Incluye un margen de maniobra con la regla 80/20. De los alimentos que consumes diariamente, el 80 por ciento deberían ser alimentos no procesados o "limpios", mientras que el 20 por ciento son opciones indulgentes.
😋 La comida debe disfrutarse
Nunca es fácil cambiar un hábito, pero deshacerse de la culpa alimentaria es esencial cuando intentas perder peso.
Cambiar la forma en que piensas sobre la comida y cómo te sientes al comer puede ayudarte a evitar sentirte culpable.